Los crepes empiezan a ser mi opción favorita los días que me toca almorzar sola en casa. Son muy fáciles de hacer y se pueden rellenar de lo que más nos guste.
También son muy buena alternativa para cenas o picoteos con amigos. Seguro que sorprenden y gustan mucho.
Éstos he hecho muy sencillos, pero también se les puede hacer una bechamel, añadir queso por encima y gratinarlos. El hambre que yo tenía no me permitió dedicarle más tiempo a la receta y gratinarlos. En los próximos crêpes lo haré ;D
Masa para 6 crêpes:
2 huevos
250 ml de leche
100g de harina
una pizca de sal
media cucharadita de azúcar
Batimos los huevos con la sal y el azúcar. Añadimos la harina y la leche poco a poco hasta lograr una crema espesita.
Engrasamos el fondo de una sartén con un poquito de aceite o mantequilla. Dejamos que se caliente un poco. Vertemos una sexta parte de la masa, dejamos que se haga por un lado (unos 2 minutos), le damos la vuelta y hacemos el otro lado. Lo sacamos y repetimos la misma operación con cada crepe. Cada 3 crepes hay que volver a engrasar ligeramente el fondo de la sartén.
Relleno:
3 puerros
2 cebolletas grandes
48-56 langostinos
orégano
Cortamos en trocitos pequeños las cebolletas y los puerros y los ponemos en una sartén con un poco de aceite. Los pochamos durante 10-15 a fuego medio hasta que estén bien blanditos.
Añadimos los langostinos crudos y pelados.
Salpimentamos y aderezamos con orégano (o la hierba que más nos guste).
Apagamos el fuego cuando las gambas estén hechas.
En este punto yo tenía preparado un poco de tomate para añadirlo a la sartén pero como las gambas habían soltado un poco de jugo decidí no echarlo. Estaba buenísimo tan cual.
Por supuesto, a esta receta se le puede añadir un poco de tomate frito, o bechamel o poner por encima del crepe queso rallado y gratinar al horno. Hay un montón de opciones. A mí me gustaron tal como estaban y el hambre que tenía no me permitió dedicarle tiempo a gratinar ;D.
Espero que os guste.