Esto es un ejemplo de cómo un final de libro puede no dejarte indiferente y cómo su película lo estropea totalmente. Estos americanos...
Aviso de Spoiled para aquellos que quieran leerse el libro. Para los que no hayan visto la película, tranquilos, pueden leer tranquilamente que no tiene nada que ver. De hecho, el final de la película les decepcionará.
(Ruth es la vampira con la que le han tendido la trampa, haciéndole creer que era otra humana como él.)
"Ruth se inclinó hacia
él.
—Robert
—dijo—. Escúchame. Quieren ejecutarte. Aunque estés herido.
Tienen que hacerlo. La gente ha
estado esperando afuera toda la noche. Te tienen miedo, Robert, te odian. Y quieren que
pagues con tu vida.
Se desabrochó la blusa
y buscó en el corpino. Sacó al fin un paquetito y lo puso en la mano derecha de Neville.
—Es
lo mejor que puedo hacer por ti, Robert —susurró— Para que sea
más breve. Te lo advertí. Te dije que
huyeras —la voz le tembló ligeramente—. No puedes luchar contra todos, Robert.
—Ya
lo sé.
Las palabras de Neville
se convirtieron en sonidos guturales. Ruth se inclinó y rozó con sus labios frescos los
de Neville. Luego se incorporó y se abrochó la blusa.
—Tómalas
pronto —dijo mirando la mano derecha de Neville.
Neville oyó sus pasos
alejándose hacia la puerta y luego el ruido de llaves. Cerró los ojos, y unas lágrimas
ardientes corrieron por sus mejillas. Adiós, Ruth. Adiós al mundo.
Luego, de pronto,
apoyándose en un brazo, se sentó en la cama. El dolor era espantoso, pero Neville
no se hundió. Con las mandíbulas apretadas, sacó las piernas de la cama y se puso de
pie. Sintiendo apenas el movimiento de sus piernas, y tambaleándose, cruzó
el calabozo.
Cayó contra la ventana,
y miró a la calle. Estaba llena de gente. Se agrupaban a la luz grisácea de la mañana.
El sonido de sus voces llegaba a él como el zumbido de abejas. Neville los miró,
agarrado con la mano izquierda de los barrotes y con los ojos
febriles. Entonces alguien lo vio. Durante un rato las
voces se elevaron un poco. Se oyeron algunos gritos. Pero luego el silencio
se extendió sobre sus cabezas como una pesada capa. Todos volvieron hacia Neville
sus rostros pálidos. Neville los observó serenamente.
Y de pronto razonó: Yo soy el anormal. La normalidad es un concepto mayoritario. Norma de muchos, no de uno solo. Y comprendió la expresión que reflejaban aquellos rostros: angustia, miedo, horror. Le tenían miedo. Ellos le veían como un monstruo terrible y desconocido, de una malignidad más odiosa que la de la plaga. Un espectro invisible que como prueba de su existencia sembraba el suelo con los cadáveres desangrados, de sus seres queridos. Y Neville los comprendió, y dejó de odiarlos.
Y de pronto razonó: Yo soy el anormal. La normalidad es un concepto mayoritario. Norma de muchos, no de uno solo. Y comprendió la expresión que reflejaban aquellos rostros: angustia, miedo, horror. Le tenían miedo. Ellos le veían como un monstruo terrible y desconocido, de una malignidad más odiosa que la de la plaga. Un espectro invisible que como prueba de su existencia sembraba el suelo con los cadáveres desangrados, de sus seres queridos. Y Neville los comprendió, y dejó de odiarlos.
La mano derecha apretó el paquetito de pildoras. Por lo menos el fin no sería
violento, por lo menos no habría una carnicería...Neville observó a los
nuevos habitantes de la tierra. No era uno de ellos. Semejante a los vampiros, era un
anatema y un terror oscuro que debían eliminar y destruir. Y de pronto nació la nueva
idea, divirtiéndolo, a pesar del dolor.
Tosió carraspeando. Se
dio vuelta y se apoyó en la pared mientras se tomaba las pildoras. Se estrecha el
círculo. Un nuevo terror nacido de la muerte, una nueva superstición que invade
la fortaleza del tiempo.
Soy leyenda."
Gracias a Sergio S. por amenizar mis desayunos.
Si Sonia la pelicula tiene un final un tanto raro, mi marido dice que el libro no está nada mal, diferente.
ResponderEliminarbesos guapaaaaa